Durante el Cretácico, el supercontinente de Pangea completó su división en los continentes actuales, aunque sus posiciones diferían radicalmente de las que presenta hoy en día.
En la Tierra, los mamíferos continuaron siendo un componente menor de la fauna, que seguía dominada por los dinosaurios, que alcanzaron ahora su mayor diversidad. La diversificación de los insectos seguramente guarda una estrecha relación con la expansión de las angiospermas.
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